Miles de personas toman el sol despreocupados en una repleta playa de Ipanema, en Río de Janeiro, en un caluroso día de septiembre. Algunos de ellos simplemente descansan y otros juegan al voleibol o al fútbol en una postal enmarcada por exuberantes montañas. A corta distancia, unos 100 agentes de policía irrumpen en el gueto más grande de la ciudad y disparan contra narcotraficantes en una operación que dejó a 2.000 escolares sin clases.