Publicado hace 11 años por Jesús_Fernández_Úbeda a asivaespana.wordpress.com

El sacerdote Caifás se transformó en el Padre Apeles y el guerrero Julio César en la cabra de la Legión, tartamudeo y juego de manos incluido -mientras, Zapatero seguía ejerciendo de mal poeta-. Rubalcaba dejaba de ser respetable para el electorado socialista y para Baudelaire.