Publicado hace 12 años por --274795-- a desequilibros.blogspot.com.es

El sabio codicioso de nombradía cosecha a menudo dolorosos desengaños; porque aquellos cuyo encomio anhela, callan, y, al contrario, aquellos cuyo silencio apetecen, ensalzan. Pero esto lo expresó ya insuperablemente Iriarte en una de sus primorosas fábulas: Si el sabio no aprueba, malo; si el necio aplaude, peor