Publicado hace 13 años por ann_pe a sintetasnohaycapilla.wordpress.com

Después de lo que ha pasado en Somosaguas, hay que recordar, como preámbulo de una posible discusión legal o ética de los hechos y antes de que la construcción mediática gane la batalla de la memoria, el nombre de un ilustre convicto. Me refiero al marqués de Sade. Fue encarcelado por "orgía y blasfemia". Sade nunca hirió ni mató a nadie, como a menudo se ha pretendido, y sus "crímenes de amor" solo existieron en el terreno literario.