El juicio que enfrenta en Londres a Borís Berezovski y Román Abramóvich, magnates rusos del petróleo, destapa un mundo oculto de chantajes, favores y muertes sospechosas. Se conocieron en un yate en el Caribe en 1994. Durante años hicieron negocios juntos, pero todo cambió con la llegada del nuevo siglo. Sus caminos se separaron y con el tiempo creció entre ellos el odio y el desprecio mutuo. El divorcio definitivo se está dirimiendo estos días en el Tribunal Comercial de Londres, con los mejores espadachines de la plaza defendiéndoles...
Comentarios
Me resultaría molesto ver cómo ambos son untados en manteca caliente y devorados por perros salvajes.