Hace 10 años | Por BLT a elmundo.es
Publicado hace 10 años por BLT a elmundo.es

Cada otoño, la sierra madrileña se convierte en una especie de Viejo Oeste. Seteros con cestas de mimbre y chubasquero se adentran por los bosques poseídos por la fiebre del oro de las setas. Este año no ha habido tanta abundancia de hongos como el pasado otoño, lo que disparado el precio de los boletus y los níscalos: el kilo ha oscilado en mercado de 15 a 20 euros. Desde hace un tiempo, los alcaldes de la Sierra madrileña han notado un aumento de la profesionalización de los recogesetas.

Comentarios

JosephMary78

Bueno, en varios pueblos por la zona de burgos, próximos al de mi mujer, también han puesto esa tasa. La justifican por la misma razón, porque hay gente que entra con rastrillos y se carga toda la vegetación. Incluso las mismas setas, que para recogerlas hay que cortarlas y no arrancarlas.
Al final pagan justos por pecadores, tendrían que poner más vigilancia para multar a los que hacen esas prácticas, y que las multas sean lo suficientemente disuasorias para que no lo vuelvan a hacer, pero es complicado.
Es un problema de educación, de respeto no solo a la naturaleza, sino también a los vecinos que disfrutan yendo al campo a pasear y recoger alguna seta.
Si con la tasa se puede seguir disfrutando de esta actividad, bienvenida sea. Espero que sirva para pagar agentes forestales y que se eviten esos ataques a la naturaleza, aunque lo veo complicado.