Si nos preguntáramos hoy si la vieja institución del caciquismo ha sobrevivido imbricada en algunos rincones de nuestro sistema social e institucional, la respuesta, me temo, no podría ser negativa. Quizás haya desaparecido aquel cacique de antaño que viciaba las prácticas electorales pero hay otros espacios de nuestra vida pública en los que su figura se resiste tercamente a desaparecer. Uno de esos espacios es la vida universitaria...
Comentarios
Triste que estos especímenes medievales todavía convivan en una institución que debería ser plural e independiente.
Lo mamamos día a día los que sufrimos las consecuencias y nos molestamos en alzar la voz por nuestros compañeros