Hace 12 años | Por Mandela a blogs.elpais.com
Publicado hace 12 años por Mandela a blogs.elpais.com

Los caprichosos movimientos de los planetas en el cielo del ocaso no tienen sentido hasta que inclinas la cabeza y comprendes que el suelo que pisas es otro planeta más. El mundo es confuso y farragoso, pero entender las cosas suele ser cuestión de mirarlas desde el ángulo adecuado.