Más del 50% de la población mundial, no llega a tener el 1% de la riqueza global. Son datos aplastantes, los cuales no tienen muchas intenciones de variar, por lo menos a corto plazo. Terriblemente desigual e injusto, ya que las capacidades y los resultados de las personas difieren enormemente dependiendo del país en el que hayan nacido, así como de otros condicionantes como el sexo, la raza o la clase social. Pero eso sí, el planeta Tierra posee una capacidad de producción nunca antes vista, aunque insostenible medioambientalmente hablando.