Hace 12 años | Por Britannicus a elperiodico.com
Publicado hace 12 años por Britannicus a elperiodico.com

Lleva semanas entrenándose en el más absoluto de los silencios en una cámara frigorífica. Normal. A 24 grados bajo cero no se tienen muchas ganas de hablar y, si alguna vez se le escapa una palabra, nadie le escucha. Y eso que está rodeado de fauna marina, pero los lenguados, salmones y merluzas que acompañan sus maratonianas sesiones ya no están para nada porque llevan días congelados, descontando las horas antes de ser pasto de cualquier comensal. No será ese el destino final de Enric Gómez (o quizá si, al final se lo cuento), un (...)