Seguramente muchos habréis vivido al menos una vez en la vida el fastidioso Jet-Lag. Un viaje largo, atravesando algunos husos horarios demasiado rápido como para adaptaros, llegáis al lugar de destino y os sentís como un pulpo en un garaje, vuestro reloj biológico no coincide con la hora local. Cuando queréis desayunar es la hora de almorzar, por ejemplo. Cuando tenéis sueño es media mañana. O es de noche y no podéis dormir porque seguís teniendo el mismo ritmo de sueño que el lugar desde el que partís.
Comentarios
Yo lo que hago es justo al salir poner ya la hora del destino en mi reloj... y con eso tengo ya 10-15h para ir haciéndome a la idea de la hora a la que debo adaptarme. A partir de ahí llevas tu ritmo en el avión como si fuera esa hora, como por ejemplo lo que dice el artículo de no echarse siestas a horas que no proceden. Si vas a China y te dan la cena, pues te concentras en pensar que es el desayuno. Si en tu reloj ves las 2am, te intentas sugestionar en plan "uff, qué sueño" aunque sean las 6 de la tarde.
Puede parecer una gilipollez, pero cuando he ido a Asia o América al llegar estaba más fresco que una rosa.