Hace 15 años | Por camachosoft a solociencia.com
Publicado hace 15 años por camachosoft a solociencia.com

Una pequeñísima mutación genética es la clave para comprender por qué la nicotina, que se une a los receptores del cerebro con tan adictiva potencia, carece de ese poder en las células musculares, en las cuales abunda el mismo tipo de receptor. Esa es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de California (Caltech).