Esto de ser europeo y al mismo tiempo español es algo complicado, como cantar ópera y comer polvorones a la vez. Carlos V de Alemania, antecesor de Merkel y el primero que intentó la duplicidad, acabó por emplear diversos idiomas para dirigirse a personas y animales según su rango o condición, pero reservó el español para hablar con Dios, lo mismo que Aznar dejaba el catalán para la intimidad.
Comentarios
Recomendable pero corto. Se puede hacer más sangre del tema y los sub-temas que de esta crítica se desprenden.
Al final va a ser costumbre denunciar directamente en Europa.