Hoy, a cinco años del acuerdo de paz y según el Banco Mundial, el 85 por ciento de la población sigue viviendo bajo la línea de pobreza y más de la mitad depende de la asistencia alimenticia de las organizaciones humanitarias. En esta región, donde el 92 por ciento de las mujeres no sabe leer ni escribir y donde una de cada siete embarazadas fallece por problemas vinculados a su estado, la gran mayoría de la población vive en redondas chozas de barro y techo de paja, sin ningún tipo de servicio público más allá de algún pozo de agua.
Comentarios
Quizás ahora sea cuando puedan salir de la pobreza, al no tener a los rivales ideológicos pisándoles todo el rato. Esto que pongo sería lo mismo si fuera al revés o con cualquier otro par de religiones.
La descripción de la pobreza del sur es impresionante, está claro que, al menos depender del resto de Sudán no les ayudó mucho.