Todos los días le pego una paliza a mi madre. Sí, así es. La busco, esté donde esté, y comienzo a darle golpes a diestro y siniestro. Hago que llore, que sufra, que odie la vida e incluso desee estar muerta. Después de esas agresiones ella no cree que haya sido yo, dice que se tropezó o que se dio un golpe sin querer. La gente que le ve tampoco se pregunta quién se lo hizo. Ella siempre dice que "no es culpa de nadie, simplemente ha pasado y ya está". La gente la verdad es que tampoco dice nada al respecto, simplemente que...
Comentarios
Pues yo no veo flores ¡eh!
Como dice #1, ni eso, ni flores. Un maltratador tiene momentos de cariño...aún espero la noticia de la donación vaticana a la hambruna africana, por pequeña que sea....
No me suena.