Publicado hace 14 años por TeodoroValentin a opticaliteraria.com.ar

Descubrimos que sólo nos disfrazamos de adultos, cuando la realidad íntima es el comportamiento espontáneo y veraz, con matices infantiles al recurrir a la compra consumista, junto a posturas encumbradas cuando la adquisición de dinero se avecina, el cual pagamos con horas de vivencias y salud laboral.