El Alto Tribunal considera que el colectivo vulneró las normas de la competencia en perjuicio de los consumidores en 2004. Recuerda que la ley prohíbe expresamente la fijación de forma directa o indirecta de los precios. Los panaderos alegaron que la subida del pan, que rondó el 10%, se debió al incremento de los costes del trigo. Sin embargo, la Unió de Llauradors advirtió de que el precio del trigo sólo influyó "en un ridículo incremento de 0,2 céntimos por barra". El colectivo valenciano deberá pagar una multa de 150.000 euros
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Aprendiendo de los que les gobiernan...