Las máquinas expendedoras se usan para vender cualquier cosa: desde bragas usadas a iPods, caviar o, incluso, aquí en España, en algunas localidades costeras podemos encontrar máquinas de cebos vivos. Pero en la pequeña localidad catalana de Pals, en el Baix Empordà, mi amigo Santi se ha topado con algo realmente asombroso. En una ermita han colocado una máquina de refrescos adaptada para servir cirios.
Comentarios
Es una tapadera. Lo sabía.