Susan Boyle prefirió pasar la noche con su gato en su casa de Escocia que en una velada de lujo, en compañía de Barack Obama. La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca celebró una cena de gala en Washington y, además de disfrutar con la oratoria de Obama, quisieron deleitarse con la actuación de la sensación musical del momento, apunta el rotativo News of the World. Aunque la propuesta era un sueño hecho realidad, una fuente cerca a Susan ha explicado que los nervios y el miedo le han impedido aceptar la invitación.