Ese consenso, ese bipartidismo impuesto en Europa, tiene su origen en el fin de la Segunda Guerra Mundial y en la inmediata Guerra Fría; con el peligro de una expansión socialista más allá de la zona soviética. El resultado: un estado del bienestar –o casiestar- para contentar a las gentes y que no mirasen a través del Telón de Acero. Hoy, ese “peligro socialista” no existe y, por ello, no hay alternativa, ni otro modo de organización política en la que mirarse; y si la hay los medios y políticos la ocultan o desprestigian.
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@albaerial