No dejes que tu tarjeta se pierda en uno de esos tarjeteros que todos guardamos en el cajón. Escribe tu nombre y tu contacto en un cacahuete, y repártelo entre tus clientes. Un tarro con 150 cacahuetes impresos cuesta 50 dólares. Algo caro si al cliente le da por comerse el cacahuete y pasar de tu número de teléfono.