Hace 12 años | Por archiebronson a lne.es
Publicado hace 12 años por archiebronson a lne.es

«No vamos a salir hasta que esto se solucione. Tamos como cañones, bien de moral y aguantaremos lo que haga falta»». David lleva 24 días encerrado a 600 metros de profundidad junto a otros tres compañeros del pozo Candín. La falta de luz natural impide diferenciar el día de la noche, el polvo flota en el aire, la humedad es elevada y el «colchón» sobre el que duermen está formado por gomas de la cinta transportadora. «Estamos aquí para reclamar que se cumpla lo firmado, lo que está comprometido.» argumenta García.