Lo que antes era una obligación del estado, ahora se nos dice que debemos buscarnos la vida y ser solidarios entre nosotros.Cada vez más medios de comunicación y ONG sin escrúpulos están volviendo al “todo para los pobres pero sin los pobres”, a un asistencialismo rancio pero rentable. Es un debate complejo:¿Como hablar de derechos y justicia social, SIN OFENDER a las miles de personas que con buena fe buscan ayudar a UNO SOLO de sus semejantes? ¿Cuantos tapones hay que recoger para asegurar un futuro digno a 12.741.434 españoles y españolas?