La tensión ha vuelto a la planta asturiana de Arcelor-Mittal, con más de 6.000 empleados. Los sindicatos dieron ayer por rota la negociación del convenio colectivo después de que la dirección anunciase -de manera unilateral y saltándose la negociación, según la denuncia sindical- que aplicará ya en la nómina de enero el nuevo tramo variable de los salarios, que se traduce en una rebaja del sueldo.