Hace 17 años | Por mezvan a tendencias21.net
Publicado hace 17 años por mezvan a tendencias21.net

[c&p] Los terroristas suicidas no están locos, sino que buscan fríamente un beneficio a través de sus acciones radicales, señala un investigador británico. Estos comportamientos se derivan de un análisis racional de las consecuencias de sus actos, que para ellos superan con creces el precio que deben pagar. En esta motivación radical juega un papel central la religión, dado que existen escasos ejemplos de ataques suicidas motivados por ideologías no religiosas. Afortunadamente, sin embargo, estas actitudes extremas son estadísticamente escasas

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> Stevens señala por último que existe la equivocación común de que los terroristas suicidas son enfermos mentales por el hecho de relacionarse con los grupos extremistas a los que pertenecen.

Sin embargo, desde una perspectiva meramente de organización, el trabajo con individuos desquiciados es extremadamente arriesgado. Por tanto, este tipo de grupos deben elegir a individuos muy concretos que sepan actuar fríamente en todo momento, y mantengan siempre sus actividades en un completo secreto. Cualquiera que haga un movimiento en falso podría descubrir a todos los demás.

Nadie, en este tipo de circunstancias, colaboraría con personas impredecibles. Se juegan demasiado, por lo que no pueden permitirse miembros que puedan perder el control.