En su intento por mitigar los efectos de la crisis financiera mundial, la Reserva Federal adoptó una postura de flexibilización monetaria desde 2008. Mantuvo tasas de interés cercanas a cero y abrió un programa de compras de títulos del Tesoro estadunidense para inyectar liquidez al sistema bancario y permitir el flujo de crédito a la economía. La realidad es que la inyección de liquidez mantuvo vivo el sistema de pagos interbancario, pero esos recursos nunca encontraron el camino del crédito a los consumidores y empresas. En cambio sí sirviero
Comentarios
Que divertido, tiburones fastidiando a tiburones.