Hoy debía ser el gran día. Hoy debería haber abandonado el monopolio de Timofónica y haber sido dado de alta en Tele Tos. Por la mañana me quedé sin teléfono. Bien, todo va según lo planeado, pensé. Tal y como decía el SMS que recibí en el móvil, perdería la conexión durante un cierto tiempo y a eso de las dos de la tarde volvería a estar conectado. Ése era el plan.