Después del fiasco de Mérida y su ausencia en 2010, parece ser que volverá a su ciudad natal, Cáceres. Pero lo que más preocupa en estos momentos es que después del desprecio que supuso el que el festival se trasladara a la capital extremeña, los responsables del ayuntamiento no están dispuestos a ponerles las cosas fáciles a la productora A Vallekas. Lo que si está claro es que el Festival debe recobrar mucho tiempo perdido y vilverse a poner a la altura de los mejores festivales del país y hay que recordar que en estos dos años han surgido...
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al final se hará por que si no acabará desapareciendo...