-No… no lo era. Los cuerpos del pasado eran muy caprichosos. Necesitaban verse bonitos en un espejo, sosegar sus adicciones con medicinas u otras drogas y recordarte constantemente que algún día dejarían de funcionar, y eso te hacía sentir presionado por una cosa que llamábamos tiempo. Se rompían, deterioraban y tenían una sensible predisposición al hábito mediante una glándula endocrina, el hipotálamo, que se encargaba de segregar neuropéptidos, sustancias que generaban distintas emociones, y de las cuales dependías.
Comentarios
spam @kokelovo
Fdo. Bruce Willis