Que el número de personas que ha decidido dedicarse al honorable oficio de las letras ha aumentado, como lo hacen los virus o las malas hierbas, es una evidencia incontestable. El feliz incremento de la alfabetización, la no tan feliz crisis económica, la difusión intencionada de casos de éxito tan fulgurantes como el de J. K. Rowling, las herramientas de autoedición, y el triunfo hegemónico del sueño americano como verdadero paradigma de nuestra civilización, lo han propiciado y, de alguna manera, hasta provocado...
Comentarios
Claro que sí, hombre.
Pero desde hace mucho. Se los cargó el tal Gutemberg y su horrible invención.
Comentario estúpido a colación del artículo.
Medite y deje el diccionario de sinónimos añejos a un lado, se agradecerá.