El gobierno, en una actitud suicida sin precedentes, decide ser él mismo quien cree todos los problemas posibles a los ciudadanos, cortando calles y plazas, cerrando comercios, eliminando estaciones,.... Podemos colapsar Madrid con sólo hacer turnos de 100 personas paseando por el centro y anunciarlos como marchas hacia sol. Es como jugar al ratón y al gato con un bebé.
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El gobierno, en una actitud suicida sin precedentes, decide ser él mismo quien cree todos los problemas posibles a los ciudadanos, cortando calles y plazas, cerrando comercios, eliminando estaciones,.... Podemos colapsar Madrid con sólo hacer turnos de 100 personas paseando por el centro y anunciarlos como marchas hacia sol. Es como jugar al ratón y al gato con un bebé.
No por mucho tiempo.