Un clima de desazón provocó el magro acuerdo al que llegaron los países en la Cumbre de Desarrollo Sustentable Río+20. Sin embargo, algunas ideas inspiradoras expuestas en eventos paralelos invitan a pensar en una esperanza. Un pequeño impuesto sobre los pasajes aéreos internacionales podría recaudar 10 mil millones de dólares anuales. Este fondo podría usarse para ayudar a las personas a adaptarse al cambio climático, por ejemplo, en islas que están inundándose.
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#0, y sin embargo, no hay ninguna isla que esté inundándose, a ningún ritmo. Predicciones terroríficas hay a montones, pero el mundo real se niega a colaborar. De hecho, en algunas de estas islas que están en supuesto riesgo de desaparecer, sus gobernantes, mientras con una mano piden ayudas a la ONU, con la otra construyen aeropuertos en ellas. Así de preocupados están por su futura desaparición.