Cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, cada instante congelado dentro de tu vida es la ocasión perfecta para cambiar. Y mientras observo la dantesca niebla que me ofrece el marco de mi ventana y enciendo dos palitos de incienso en mi quemador, regalo de mi hermano, reflexiono en busca de ese cambio, esta noche, entre este humo, sobre esta cama, bajo estas sombras y frente a mil portátil.
Curiosamente, ya en el primer requisito falla la mayoría de la gente que ha adoptado como su emblema “Yo soy así y no puedo cambiarlo”. Pero esto no es cierto. La explicación es que somos dinamismo puro, materia cuántica esperando a ser moldeada por nuestros pensamientos. Y si tu pensamiento es dominado, tú decides que quieres ser en verdad.
Quiero ser rico. Quiero ser rico. Quiero ser rico...
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Curiosamente, ya en el primer requisito falla la mayoría de la gente que ha adoptado como su emblema “Yo soy así y no puedo cambiarlo”. Pero esto no es cierto. La explicación es que somos dinamismo puro, materia cuántica esperando a ser moldeada por nuestros pensamientos. Y si tu pensamiento es dominado, tú decides que quieres ser en verdad.
Quiero ser rico. Quiero ser rico. Quiero ser rico...
¡Mierda, no funciona!
Bueno, te has dedicado a ello cinco segundos. No está mal para empezar.