Hace 12 años | Por MLeon a huffingtonpost.es
Publicado hace 12 años por MLeon a huffingtonpost.es

La entrevista se convoca al "estilo Minsk": evitando e-mail y teléfono, por Skype, y en una de esas colmenas de hormigón cuyo emplazamiento no puedo revelar. El presidente de Gay Belarus, Siarhei Androsenka, apenas tiene veintitrés años, y lleva desde los quince peleando por la normalidad en un país asfixiado por la mano tozuda y firme del dictador: Aleksander Lukashenko, sentado en el trono desde 1994 gracias al fraude, la represión y un modelo soviético de protección social financiado por Rusia.

Comentarios

S

Qué fuerte. Por cosas como esta hace falta celebrar el Día del Orgullo Gay. Conozco un montón de esas típicas personas que dicen ser tolerantes pero no aguantan a "las locas", o que piensan que el Día del Orgullo Gay es un circo innecesario. Argumentan que, si se quiere normalidad e igualdad para los homosexuales, deberían empezar por no celebrar nada y comportarse de forma normal e igual. Yo, en cambio, entiendo que hasta que siga habiendo países como éste, celebrar el Día del Orgullo provoca una conducta de imitación en los países en los que se reprime a los homosexuales, ayudando, por un lado, a que se hagan visibles y se fuerce la normalización, y, por otro lado, a que sean conscientes de que hay gente en otros países que sabe lo que están pasando y que les apoya.