La concesionaria del servicio de autobús urbano en Zaragoza ha decidido hacer una entrada triunfal en los próximos diez años de contrata. Después de la firma del contrato, rubricado ayer con el ayuntamiento, va a plantear que necesita desprenderse de hasta 150 trabajadores de forma inminente.
Una empresa con superávit y a la que el ayuntamiento adeuda millones de euros, pero que en mantenimiento de los vehículos cada vez gasta menos (hace años no había un tornillo fuera de sitio, ahora hay tornillos que ni están y lo que sujetan no sabes cómo ni dónde puede acabar; por no entrar en detalles sobre frenos y mecánica que cuentan los autobuseros). Vergüenza tienen poca, la verdad.
Comentarios
Una empresa con superávit y a la que el ayuntamiento adeuda millones de euros, pero que en mantenimiento de los vehículos cada vez gasta menos (hace años no había un tornillo fuera de sitio, ahora hay tornillos que ni están y lo que sujetan no sabes cómo ni dónde puede acabar; por no entrar en detalles sobre frenos y mecánica que cuentan los autobuseros). Vergüenza tienen poca, la verdad.