Fue en septiembre de 2005. Iñaki Gabilondo se había despedido de sus oyentes con un “Hasta siempre” (audio). Pocos días antes, el propio periodista había comunicado la noticia a la redacción: “No pasa nada dijo y si algo pasa, está la SER”. Detrás quedaban treinta y cinco años en la Cadena, y cuarenta en la radio. Gabilondo, consagrado como uno de los periodistas españoles con más prestigio, emprendía una nueva etapa profesional en el informativo de la noche de Cuatro Televisión.
Comentarios
Aparte del problema común a todos los comentaristas y periodístas españoles (la tremenda ideologización y falta de independencia) Gabilondo añade, con una profesionalidad que nadie le puede poner en duda, un anacrónico sectarismo.
En la más rancia tradición de Prisa, o eres "de la cuerda" o ya sabes dónde está la puerta...así que si hay que ser de la cuerda, se es más que nadie. No se entiende que con la actuación tan poco responsable con el erario público de éste gobierno, incluso "El País" critique abiertamente a ZP y Gabilondo, pase página.
No se entiende tampoco el "pacto de silencio" de todas las televisiones respecto a sus respectivas situaciones financieras...como si no pasara nada ninguna dice nada de las otras...y están todas más tiesas que la mojama.
Iñaki Gabilondo forma parte de la la historia de este país. Ha estado presente en los acontecimientos recientes más importantes, y su profesionalidad es un ejemplo que muchos de los jóvenes periodistas deberían aprender.