El 27º regimiento paró a descansar en un campo en el que habían estado los confederados, el enemigo, unos días antes. Cuando tres de aquellos soldados se tumbaron vieron que había algo en el suelo: tres cigarros envueltos en un papel. Encantados, los tomaron y desenvolvieron para fumarlos. Y justo antes de tirar el envoltorio, uno de los soldados, el cabo Barton W. Mitchell, le echó una ojeada. En aquel momento, sin saberlo, en sus manos estaba el destino de miles de vidas...
Comentarios
Para que luego digan que malos son los fumadores . pero si, la verdad es que la historia esta minada de este tipo de sucesos, curiosidades y anécdotas que podrían haber cambiado su curso
Saludos
#1 Recuerda que fueron unos fumadores quienes tiraron el papel con las ordenes de avance
#2 Si hubieran podido fumar dentro de la barraca esto no hubiera pasado, pero el Coronel Shoemaker era muy estricto con los temas de salud.