Hace 17 años | Por magonia a arssecreta.wordpress.com
Publicado hace 17 años por magonia a arssecreta.wordpress.com

Un curioso artículo sobre la presencia de elementos paganos en algunos templos cristianos. En este caso de la existencia de un impresionante menhir en la catedral de Le Mans (Fracia). También incluye casos similares en España y Portugal.

Comentarios

D

Comparto que las religiones suplantan creencias anteriores en beneficio propio.

El concepto de que primero se evangeliza y luego, cuando ya los nuevos fieles lo son es cuando se “aporvechan” los lugares sagrados anteriores me parece a mi una conveniencia más que una certeza.

Como ejemplo podemos poner que el cristianismo en Europa vino detrás del ejército romano o que el catolicismo en centro y sud-américa vino de la mano del ejército Español, legitimado por las bulas papales que darían origen al aberrante pero actual estatus de ciudadanos de segunda que son los pueblos indígenas. Bulas no derogadas ni aún cuando se le ha pedido expresamente al vaticano.

La persecución de lo “pagano” (un inciso, para remarcar la connotación negativa que mantiene tal palabra: Pagano. Que es lo anterior a lo cristiano, lo malo, lo bárbaro, lo incivilizado) es proverbial: así se tacha de aquelarres diabólicos a las reuniones que celebraban rituales de fertilidad en la última luna del invierno (carnavales hoy) o a las que rememoraban el milenario solsticio de invierno (hoy natividad indemostrada de un tal Jesucristo).

Pese a los siglos de persecución y a la intensidad de ésta, evidenciada en el concepto de inquisición, en Galicia sigue existiendo el ancestral culto a las piedras aun y cuando hoy en día sigue perseguido y demonizado.

Coincido plenamente con la exposición del autor y le añado el caso de San Andrés de Teixidó, lugar de culto a piedras suplantado luego por el cristianismo que se empeñó en hablar desde entonces de las barcas depiedra que hasta estas costas dicen trajeron a sus santos. Santiago, entre otros.

La suplantación no es un tema residual ni inocente, en absoluto.

Acabamos de pasar el día de los enamorados, tratado por los cristianos como “san Valentín”, festividad “pagana” (esto es: anterior) romana de culto a un dios de la fertilidad. Al parecer el tal San Valentin ni siquiera existió.