A medida que avanzamos hacia el norte de Chile me empieza a pasar algo raro: me olvido de en qué parte del mundo estoy. Durante varios días mi cabeza mezcla muchas cosas: por un lado, voy leyendo “El interior” de Martín Caparrós (el relato de su viaje por el interior de Argentina) y cada vez que miro por la ventana pienso, por un segundo, que estoy en alguna ruta pampeana; por otro, me adelanto mentalmente a nuestro próximo destino: Bolivia