Jesús es condenado a muerte. Carga con la cruz. Cae una vez, y otra, y una tercera. Es golpeado, acuchillado, sangra. Jesús agoniza, muere y es enterrado en un sepulcro frío y húmedo. ¡Pero atención, porque Jesús sale del agujero! La escena que acabo de reproducir es un Vía Crucis. Nada extraño, incluso en pleno siglo XXI, puesto que nos encontramos en Semana Santa, si no fuera por un pequeño detalle: los actores que representan tan dramática escena son niños. Las escenas de este tipo son habituales estos días.
Comentarios
Dejad que los niños gores se acerquen a mi