Hace 12 años | Por tango4 a clarin.com
Publicado hace 12 años por tango4 a clarin.com

Ventanas, asientos y baños rotos, mal olor y gente amontonada: impresiones de una cronista en un viaje de terror. Es de madrugada y el silencio asusta. Hay ojos de buey que en vez de vidrios tienen bolsas de consorcio negras pegadas con cinta. Hay bultos tapados hasta la cabeza, hay inodoros arrancados y caídos, hay espejos martillados, hay olor a vómito, hay gente sentada en los baños con la mirada perdida y hay un hombre parado en el estribo cubierto con una colcha roja, como un zombie, hablando solo. Y el tren se para. Y nadie sabe por qué.