Hoy, los horarios de los ciudadanos son bastante más variados e impredecibles que hace años. Cada vez son más los independientes, los que viven a contracorriente, los que llevan su reloj sin sincronizar con el del resto de la ciudad.
No menciona las masas de gente, cartón de vino barato en mano y vaso de plástico en la otra, que deambulan sin rumbo fijo los domingos a las 11 de la mañana.
Comentarios
No menciona las masas de gente, cartón de vino barato en mano y vaso de plástico en la otra, que deambulan sin rumbo fijo los domingos a las 11 de la mañana.