Hace 13 años | Por Soapy_Henderson a elpais.com
Publicado hace 13 años por Soapy_Henderson a elpais.com

Encaramadas a cúpulas y torreones de una treintena de edificios, estas esculturas desafían la lógica. Pesan toneladas, pero vuelan ligeras; son enormes, pero pasan inadvertidas para los peatones, más pendientes de cuestiones terrenales como el tráfico o los escaparates. "El madrileño no mira hacia arriba", dice el historiador Luis Miguel Aparisi. En su portátil tiene una base de datos con miles de esculturas madrileñas...

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