Hace 16 años | Por Bestiarium a bestiarium.com.ar
Publicado hace 16 años por Bestiarium a bestiarium.com.ar

«El primer amor de Dioniso fue un muchacho. Se llamaba Ampelo. Jugaba con el joven dios y los sátiros en las orillas de patolo, en Lidia. Dioniso contemplaba sus largos cabellos sobre el cuello, la luz que emanaba su cuerpo mientras salía del agua. Se ponía celoso cuando lo veía luchar con un sátiro y sus pies se entrelazaban. Entonces quiso ser el único en compartir los juegos de Ampelo. Fueron dos “atletas eróticos”. Se revolcaban por el suelo, y Dioniso se regocijaba cuando Ampelo lo derribaba y se montaba sobre su vientre desnudo....