Opinón sobre la violencia en los hogares, cada día nuestros hijos están más expuestos a la violencia y luego nos quejamos de que sean "malos" o gamberros. Internet, la televisión, el móvil, todo está al alcance cualquier niño...
Yo veo en esto una hipocresía tremenda y un debate innecesario. De pequeño me contaban los cuentos de Caperucita, los Tres Cerditos, Hansel y Gretel y son cuentos de tremenda violencia y nadie se escandaliza. ¿Por qué? Porque en la labor de un padre está el enseñar a distinguir realidad de ficción.
La violencia es inherente al ser humano, y nos llamamos civilizados por renunciar a ella. Pero para renunciar a ella uno debe tener educación. De nada sirve que te la escondan por todas partes. Por ponerlo bonito no va a desaparecer. Es mucho más sensato decirle a un niño que la violencia no es el camino y castigarle si se pelea a condenarlo a ver los Teletubbies hasta los 13 años.
Los traumas infantiles parecen ser un invento moderno, porque yo no conozco a nadie traumatizado por ver violencia en videojuegos o en la tele.
El puritanismo barato e hipócrita da mucho asco. Escandalizarse por ver una teta o porque salga alguien fumando.
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Yo veo en esto una hipocresía tremenda y un debate innecesario. De pequeño me contaban los cuentos de Caperucita, los Tres Cerditos, Hansel y Gretel y son cuentos de tremenda violencia y nadie se escandaliza. ¿Por qué? Porque en la labor de un padre está el enseñar a distinguir realidad de ficción.
La violencia es inherente al ser humano, y nos llamamos civilizados por renunciar a ella. Pero para renunciar a ella uno debe tener educación. De nada sirve que te la escondan por todas partes. Por ponerlo bonito no va a desaparecer. Es mucho más sensato decirle a un niño que la violencia no es el camino y castigarle si se pelea a condenarlo a ver los Teletubbies hasta los 13 años.
Los traumas infantiles parecen ser un invento moderno, porque yo no conozco a nadie traumatizado por ver violencia en videojuegos o en la tele.
El puritanismo barato e hipócrita da mucho asco. Escandalizarse por ver una teta o porque salga alguien fumando.