Un día cualquiera de febrero. Hoy, para más señas. Miras el pronóstico del tiempo y ves que anuncia lluvia. Miras la virgencita made in Portugal que se pone de diferentes colores según el tiempo que se avecine, y ves que anuncia lluvia. Te asomas a la ventana, miras al cielo y lo ves gris, triste, encapotado. En definitiva, anunciando lluvia. Pero hete aquí que miras en la dirección en la que pensabas ir y, ¡oh! ¡hay claros!
Comentarios
Pues si.
El chico este escribe de puta madre.