Cuando leí “El miedo del portero al penalti” del escritor austriaco Peter Handke, descubrí lo que apenas había intuido años atrás: el portero de fútbol, la persona, el ser que se coloca entre los tres palos, es un ser algo esquizoide; o al menos, por lo pronto, y al margen de hacer otro tipo de aseveraciones o averiguaciones, es un ser algo raro.
Comentarios
Vale, Ok, lo modificaste y no tiene sentido mi post
El del ladeao? Sí. se quedó descolgado... es que este teclado ya está en las últimas.