En un Estado democrático, las autoridades políticas deberían permitir que los indignados e indignadas tomasen contacto con el Papa Benedicto XVI, ya que las principales virtudes que adornan a quienes manejan los Mercados (soberbia, avaricia, gula, envidia o pereza) constituyen pecados capitales a los ojos de la Iglesia Católica.
Comentarios
L@s autoridad@s polític@s permitir que l@s indignad@s
me gusta más así.