La arquitecta Gabrielsson ha sido privada de todo derecho sobre la millonaria herencia de su compañero sentimental (no estaban casados, pero convivieron los últimos 32 años de vida del escritor), merced a la ley sueca, que parece importada directamente de la edad media pues prima la sangre frente a la convivencia si no hay papeles que demuestren esta. En palabras de Gabrielsson: “ Si obtengo el derecho moral sobre la obra de Stieg podré trabajar sobre sus textos y terminar el cuarto tomo, lo que soy perfectamente capaz de hacer”.
Comentarios
Mucho se ha dicho sobre la influencia de su esposa- para mí lo es- de Larsson en su obra y sobre si no escribieron juntos la trilogía...pero ahora empañado con una fortuna va a ser dificil discernirlo. Es un caso para Lisbeth sin duda.
por supuesto que es perfectamente capaz de hacer...Sobre todo el tercer volumen parecía un borrador más que un libro terminado.