Hace 12 años | Por Rompe-y-RaSGAE a agenciasinc.es
Publicado hace 12 años por Rompe-y-RaSGAE a agenciasinc.es

Empieza la crisis de manera brusca y sin causa aparente, igual que acabará. Casi siempre es por la noche. Tras el primer vómito, el niño ya no puede parar. Devuelve más de cuatro veces cada hora y el trance suele prolongarse de uno a cuatro días. Está en ‘coma consciente’, pálido, asustado, agotado y desconectado de su entorno. Seguramente tendrá que ser hospitalizado para evitar que se deshidrate y tenga más complicaciones. Puede llegar a afectar al 2% de los niños en edad preescolar y escolar, 5 veces más que la enfermedad celíaca.

Comentarios

Morgan

Si ya es desagradable vomitar una vez cuando estás malo del estómago, si es continuamente tiene que ser un calvario. Mucho ánimo a las familias de esos niños y a los propios afectados.